jueves, 2 de junio de 2011

El Robo De Tierras... ¿Una Vieja Moda?

Este se remonta muchos años antes de Cristo 
 y aun en nuestros días no ha sido resuelto.
En Colombia este conflicto tiene grandes impactos en el área política, económica y social del país. La mala distribución de la tierra es lo que ha generado tantos conflictos armados que han desencadenado consigo muchos mas problemas, pero a mi parecer el principal es el desplazamiento forzado o el destierro a punta de fusil que padecieron y aun padecen las familias desplazadas, en medio de la pobreza, el temor y la indiferencia del Estado, es la expresión del problema más grave del conflicto armado colombiano: la tierra.
La distribución de la tierra en este país tiene un carácter feudal, donde se denota claramente que quien tiene el poder tiene la tierra. Los grandes terrateniente tienen el domino de las grandes extensiones de tierra, son quienes tienen el poder monetario para ponerlas a producir, mientras que el campesinado que es la gran mayoría solo cuenta con la fuerza de trabajo y pocas herramientas tanto materiales como educativas para defenderse de un aparato tan grande como es el Estado.
La lucha de las clases menos favorecidas por lograr una igualdad social ha sido ardua y producto de ella, en Colombia inicia una oleada de sangre debido a que los latifundistas desalojaron violenta y sistemáticamente a los campesinos de sus parcelas echándolos a inmigrar a nuevas tierras y para que los campesinos no reclamaran y exigieran la recuperación de sus predios el Estado procedió a titular los predios antes baldíos colonizados por los campesinos desplazados por el poder oficial, legalizando de esta manera la expropiación violenta de las tierras.
Como consecuencia de todos estos desequilibrios surge en Colombia los movimientos revolucionarios conformados por campesinos que en su momento buscaban salir del yugo opresor en el que vivían. Hoy día la estructura agraria se caracteriza por la falta del aprovechamiento de tierras productivas, la tendencia a la reconcentración de las tierras y el riesgo ambiental a consecuencia del uso excesivo de la tierra para pastoreo de ganado. Esto produce la expansión de la frontera agrícola hacia tierras frágiles, generando un grave riesgo ambiental y problemas sociales.
En un país históricamente agrario como Colombia podemos observar que la gran mayoría de los conflictos sociales y bélicos del siglo 20 y lo que va del siglo 21 están enmarcados en el terreno de lo agrario.
No sobra mencionar la Masacre de las Bananeras, los pequeños conflictos generados por la bonanza cafetera, el problema desatado por la bonanza marimbera y la actual crisis generada por el negocio de la coca, sin mencionar los numerosos conflictos generados ante la intención de las grandes multinacionales de apropiarse de los campos colombianos para explotar nuestra gran riqueza natural.
A raíz de esto se ha producido una gran crisis humanitaria que viven los campesinos hace más de 50 años, por un conflicto social y armado en el que la élite pretende defender su poder político y económico poniendo en riesgo derechos fundamentales, económicos, sociales, culturales y ambientales de los campesinos.
Ante esta grave crisis se ha hecho necesaria una reforma agraria que no sólo solucione el problema de la repartición de la tierra sino que brinde condiciones de vida digna a los campesinos. En la actualidad, la política de tierras en Colombia ha servido más para generar un gran conflicto administrativo y de tipo fiscal al estado y no para solucionar los problemas de los campesinos.
En materia constitucional, la carta política actual en tres de sus artículos habla de condiciones de vida digna para...
La situación de millones de colombianos en los últimos 50 años, es la demostración más palpable y dramática de que todos los intentos por democratizar la propiedad de la tierra en Colombia no sólo han fracasado sino que la situación ha empeorado.
La reforma agraria que hizo López Pumarejo, y que intentaron completar Lleras Camargo y Lleras Restrepo, terminó, por cuenta de la falta de voluntad política de la clase dirigente, en una sangrienta contrarreforma llevada a cabo por el narcotráfico, los paramilitares y la guerrilla. La mafia convirtió la tierra en el mejor medio para lavar dinero y en su más preciado símbolo de poder. Los paramilitares y las guerrillas vieron en las tierras la mejor manera de controlar el territorio en la guerra y de establecer corredores seguros para el tráfico de drogas y demás materiales ilegales. El terror fue el mejor aliado para lograr esta contrarreforma. Masacres, asesinatos, amenazas, intimidación y ventas de predios forzadas han llevado en los últimos 15 años a que cientos de miles de campesinos estén reclamando sus parcelas.
Sólo en el departamento de Córdoba 900 personas que se han registrado para ser reparadas aspiran a que se les restituyan 37.000 hectáreas. Pero hasta el momento ni una sola de ellas ha sido restituida, por diferentes motivos y excusas que el gobierno saca, la restitución de tierras aun no logra abarcar todo lo que debe, mientras tanto, los campesinos desplazados deben buscar cobijo y un modo de sobrevivir en una ciudad, en un lugar donde todo lo que el conoce no tiene espacio, en donde labrar la tierra no es un modo de vida y es, incluso, algo para juzgar. Por lo menos, hace poco se aprobó la dichosa Ley de Victimas, en donde se reconoce que SI HAY CONFLICTO ARMADO INTERNO (¡Al fin! ¡Un Punto para Santos - Cero Para Uribe!) y aunque esta todavía no entra en vigencia, es un suspiro de alivio para muchas personas que han sufrido los estragos de la guerra, que han perdido todo cuanto conocían y que han tenido que salir adelante a a fuerza, pero que... Por lo menos, tendrán la satisfacción de que ganaron la batalla contra la restitución de sus derechos como victimas de conflicto. Ahora solo queda esperar, pues la mayoría de las tierras se encuentran bajo las aguas y aun sabemos si el gobierno ha de sacar alguna nueva excusa aun mas decorativa. =)

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