Si hay algo que rescatarle al gobierno de Juan Manuel Santos es que de cierta forma ha tratado de mostrarse más efectivo por parte del dialogo que su antecesor, Uribe, que tomo todo por parte armada.
Pero no todo es color de rosa, no señor.
El marco legal para la paz abre ciertas posibilidades, porque hay que ser sinceros al momento de decir que no se puede esperar un cese armado o que de un momento a otro las muertes, los secuestros, las desapariciones y todos los gestos de violencia por parte de ambos bandos cesen.
Lo mínimo que puede esperarse es que no suceda lo que paso en el Caguan y que esto sea tomado con seriedad para que los colombianos nos veamos capaces de CONFIAR en nuestros gobernantes y que estos demuestren que vale la pena confiarles algo tan importante.
Porque últimamente los colombiano se han dado cuenta de la pantalla del estado y aunque la mayoría sigue maravillado con ciertas producciones televisivas. Admitimos también que los pensamiento de Parodi e Izasa son bastante realistas frente al tema de un marco legal para la paz:
Es algo COSTOSO y es un periodo de transición demasiado LARGO para los colombianos que no poseen ni siquiera un ápice de capacidad para pensar en lo que hay más allá.
Hablamos al mismo tiempo de un proceso que incluye dos partes que se han enfrentado y han dejado en el medio siempre al civil. Se debe buscar mediadores y se debe buscar interés y participación. La mayoría se encuentra preocupada en los momentos que se viven actualmente por la respuesta armada de las FARC…
El Cauca y la guerra que hay aún presentándose en ese terreno es un ejemplo.
Los indígenas sacaron de SU TIERRA al ejercito pues estos, con sus acciones militares, los exponían a ataques, muertes y demás y al mismo tiempo EXIGIERON sus derechos como ciudadanos de suelo colombiano.
¿Qué hicieron las autoridades de este país?
El presidente viajo al Cauca, desalojo una PARROQUIA QUE SERVÍA DE REFUGIO e hizo una reunión para actuar en torno al problema SIN LOS INDÍGENAS que eran quienes estaban interesados de forma mayoritaria y urgente en solucionar esto.
¿En que queda el marco legal para la paz, entonces?
En nada, como todo lo de este país. Hablan, sueltan cuento, endulzan oídos y luego dicen por los noticieros que fueron los guerrilleros los que no se quisieron sentar a hablar con ellos.
(...)
Luisa Mª Rodríguez A.
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